La cuestión es que nos había gustado una receta de Torta di Ricotta. Se trataba de una especie de Quiche, con masa quebrada y cubierta también con masa quebrada. El relleno, eran espinacas y queso ricotta.
En un principio, se quiso cambiar la ricotta por requesón y cuando fuimos a comprar, solo había de cabra.
Luego, se nos echó la hora encima y olvidamos lo de la masa para hacer lo que dice el nombre de la receta. Resultó una buena entrada.
INGREDIENTES
- 1Kg. de espinacas (naturales o congeladas)
- 500 g. (2 tarrinas) de requesón de cabra.
- 1 brick pequeño de nata.
- Sal, pimienta y aceite de oliva.
- Queso parmesano rallado.
ELABORACIÓN
- En primer lugar, hervimos las espinacas. Si son congeladas, siguiendo las instrucciones de la bolsa. si son naturales, hay que lavarlas y limpiarlas bien, trocearlas y hervir con sal.
- Una vez hervidas, pasar a un colador y escurrirlas bien de agua.
- Precalentamos el horno a 180º.
- En una sartén, sofreímos las espinacas con el ajo triturado. Después de dar unas vueltas, añadimos el requesón que previamente habremos cortado en trozos pequeños y con una cuchara de madera, removemos para distribuirlo entre las espinacas.
- Pasados cuatro minutos, salpimentamos y añadimos un poco de orégano.
- Lo pasamos todo a una fuente de horno, colocando repartidos los tomates cherry partidos por mitades y espolvoreamos con el parmesano.
- Introducimos en el horno con el gratinador y dejamos hasta que la superficie este tostada.
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