Intentando emular la pasta con "meatballs" (albóndigas) a las que son tan aficionados los americanos.
Aunque suelen cocinarlas con pasta larga, hemos utilizado macarrones (penne rigate) y con una salsa de nuestra invención.
INGREDIENTES
- Un paquete de macarrones.
- 600 g. de carne picada mixta.
- Pan del día anterior (o pan rallado).
- Un huevo.
- Dos dientes de ajo.
- Perejil.
- Cebolla.
- Zanahoria.
- Un vaso de vino tinto.
- Una cucharada de harina.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta.
ELABORACIÓN
- Formamos en primer lugar la masa para elaborar las albóndigas. Parar ello añadimos a la carne picada el ajo picado, el pan remojado y escurrido, el huevo y una cucharadita de perejil picado. Lo mezclamos todo bien y dejamos macerando en la nevera al menos una hora.
- Mientras, en una cazuela, sofreimos la cebolla picada, al que añadimos el segundo diente de ajo y sal. Cuando empiece a dorarse la cebolla, agregamos la zanahoria rallada y dejamos que se cocine a fuego bajo y tapado diez minutos. Al cabo de los cuales, añadimos el vino y una cucharada de harina desleida en agua, subimos el fuego y movemos. Cuando se evapore el alcohol, apagamos y reservamos.
- Con la masa de carne de la nevera, formamos las albóndigas de tamaño pequeño. Calentamos aceite en una sartén y las doramos. Reservamos.
- Cuando estén todas las albóndigas, las incorporamos a la cazuela de la salsa. Si fuera necesario, añadimos un poco de agua. Calentamos todo a fuego lento.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Cocemos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Escurrimos la pasta y colocamos una parte en una fuente apta para horno. Encima las albóndigas con su salsa y de nuevo pasta. Cubrimos todo con el queso rallado.
- Horneamos para fundir el queso (o incluso tostarlo) con el gratinador conectado.
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