Junto con la tortilla de patata, los filetes empanados y las croquetas, el pollo con tomate nos transporta a una excursión al campo.
Sencilla y sabrosa receta para la que se hace imprescindible la presencia del pan.
INGREDIENTES
- Un pollo.
- Un pimiento rojo.
- Un bote de tomate grande.
- Una cebolla.
- Dos dientes de ajo.
- dos hojas de laurel.
- 1/2 vaso de vino blanco.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta.
ELABORACIÓN
- Pedir en la carnicería que nos preparen el pollo, bien en cuartos, bien troceado.
- Lavar y secar el pollo. Salpimentarlo. Calentar aceite en una cazuela y dorar el pollo. Reservar.
- Picar la cebolla y el ajo y rehogar en el mismo aceite de freír el pollo hasta que empiece a transparentar.
- Mientras se hace la cebolla, lavamos, despepitamos y cortamos en tiras el pimiento. Lo incorporamos a la cebolla. Dejamos que se haga durante unos minutos y luego, añadimos el laurel y el tomate. Dejamos que cueza 10-15 minutos.
- Se puede utilizar tomate tamizado o entero. Yo prefiero el entero, partirlo con espátula de madera y que queden trozos.
- Una vez frito el tomate, volvemos a incorporar el pollo. Probamos el punto y salpimentamos si es necesario. Dejamos cocinar quince minutos.
- Añadimos el vino y dejamos a fuego lento hasta que el pollo esté tierno.
- Se puede potenciar con concentrado de ave.
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