En el Mediterráneo español, distinguimos entre los arroces en su terminación.
Así, hablamos de seco, meloso y caldoso.
Todos tiene sus problemas de acabado. Puede estar pasado, o abierto o entero o incluso crudo.
El caldoso, puede acabar siendo una sopa o acercarse mucho al meloso.
También el meloso, que se sigue cocinando en el recipiente después de retirarlo del fuego, puede convertirse en "gachoso".
Hay un refrán muy cierto: "el arroz, no espera. Hay que esperarlo"
Receta elaborada por Manuela Albiñana
INGREDIENTES
- Medio pollo troceado.
- Un pimiento rojo.
- Tres o cuatro alcachofas.
- 1/4 kg. de judías verdes.
- Un tomate maduro.
- Dos dientes de ajo.
- Arroz.
- Colorante.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
ELABORACIÓN
- En la cazuela en que vayamos a cocinar, calentamos dos cucharadas de aceite y sofreimos ligeramente el pollo. Reservamos.
- En el mismo aceite, sofreímos la verdura limpia y troceada. Reservamos.
- A continuación calentamos agua en otra olla. Calculamos cuatro veces la medida de arroz que vayamos a utilizar. Normalmente, es un puñadito de arroz por persona, hay quien mide en tazas de café y hay quien lo hace, según su experiencia, "a ojo".
- Rallamos el tomate y lo sofreímos en la cazuela junto con dos dientes de ajo picados. Cuando nos parezca que ya está bien sofrito, incorporamos el pollo y el agua caliente, dejando que hierva veinte minutos.
- A continuación, volvemos a colocar la verdura que teníamos reservada, el colorante y rectificamos de sal.
- Damos una vuelta a todo y agregamos el arroz que teníamos medido en un plato.
- Dejamos que hierva quince minutos a fuego lento.
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