Un plato de los que se pueden hacer en dos tiempos. Primero se preparan las albóndigas y se sofríen y poco antes de sentarse a la mesa, las calentamos con el tomate que también teníamos preparado.
Podemos hacer variaciones en el tipo de carne, o en las especias. Podemos hacerlas mas picantes. Adaptar la receta a nuestro gusto.
INGREDIENTES
- 600 g. de pechuga de pollo.
- Una cebolla.
- Una cucharada de cúrcuma.
- Una cucharada de mostaza.
- Pan rallado.
- Un huevo.
- Perejil.
- Aceite de oliva.
- Sal y pimienta.
- Dos bolas de queso Mozzarella.
- Salsa de tomate.
ELABORACIÓN
- Pedir al carnicero que nos pique las pechugas. (en algunos sitios no está permitido desde la gripe aviar, pero lo venden envasado (?) )
- Pelar y rallar la cebolla. Reservar.
- En un bol, mezclar la pechuga picada, la cebolla rallada, la cúrcuma, el huevo, el perejil picado, la sal y la pimienta. Mezclar con las manos. Configurar la textura deseada añadiendo poco a poco pan rallado. La mezcla resultante, no debe quedar pegajosa.
- Cortar la mozarella en cubos de 1x1 cm. Reservar.
- Formar las albóndigas colocando en la palma de la mano un poco de masa de carne, sobre ella un cubo de queso y cerrar dando forma. Reservarlas en un plato.
- Calentar aceite en una sartén, dorar las albóndigas e irlas pasando a un plato con papel de cocina para que escurran.
- Preparar una salsa de tomate (natural o de bote).
- Acabar de cocinar las albóndigas durante 10/15 minutos, a fuego lento, en la salsa de tomate.
- Servir acompañado de arroz, pasta o verdura.
Madre mía que rico! Menuda pinta tiene esto, con el hambre que tengo yo ahora mismo!
ResponderEliminarAnimo Laura, ponte manos a la...masa.
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