El confit de pato, tan habitual en las cocinas francesas y tan poco común hasta hace poco en las nuestras, se puede cocinar de muchas formas, pero una de las mas sencillas y naturales es utilizando su propia grasa.
En éste caso, además lo acompañamos con unas manzanas caramelizadas y patatas doradas también en su grasa.
INGREDIENTES
- Una lata de confit de pato (4/5 piezas).
- Una manzana.
- Cinco o seis patatas francesas.
- Mantequilla.
- Azúcar.
ELABORACIÓN
- Normalmente, los confits se venden envasados al vacío o en lata, pero siempre con toda su grasa. Lo primero que hay que hacer, es separar los confits de ella. Si los hemos comprado en lata, el mejor procedimiento, es poner la lata diez minutos al baño maría, dejar que se enfríe y después abrirla y separar una cosa de la otra. Reservar la grasa.
- Colocamos los confits en una fuente para horno y precalentamos el horno a maxima potencia.
- Pelar y cocer las patatas (si no se han comprado precocidas) y saltearlas en una sartén en las que hemos colocado la grasa del pato. Si no se tienen patatas pequeñas, utilizar grandes cortadas.
- En otra sartén, derretir una cucharada de mantequilla y saltear la manzana previamente pelada, descorazonada y cortada en dados. Remover suavemente con una cuchara de palo. Cuando ya estén bien cocidas, añadir un poco de azúcar para que se caramelicen.
- Hornear los confits durante quince minutos.
- Presentar con las manzanas caramelizadas y en fuente aparte las patatas.
- Se puede guardar la grasa sobrante (y la usada) para utilizarla en otras recetas. Aunque no lo aparente, es de las grasas animales más sanas.
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