Una forma diferente de saborizar el cordero. Primero marinamos en naranja y luego horneamos cubierto por una pasta de naranja y Parmesano que acaban formando una costra crujiente.
INGREDIENTES
- Chuletas de pierna de cordero deshuesadas.
- 40 g. de pan rallado.
- 15 g. de queso parmesano rallado.
- El zumo y la piel (solo lo naranja) rallada de dos naranjas.
- 15 g. de almendra rallada.
- Una cebolla tierna picada fina.
- Jengibre en polvo.
- Aceite de oliva,
- Sal y pimienta.
ELABORACIÓN
- Precalentar el horno a 220º C.
- Poner a macerar las chuletas de cordero salpimentadas en el zumo de naranja. Dejar en la nevera al menos media hora.
- Mezclar el pan rallado, el queso, la piel rallada de naranja, la almendra, la cebolla y la cantidad que deseemos de jengibre y pimienta. Mezclar todo bien con una cuchara.
- Añadir el aceite de oliva poco a poco, hasta conseguir una consistencia pastosa pero no muy aceitosa.
- Prepara una fuente de horno con papel de aluminio o sulfurizado. Coloca las chuletas escurridas y cúbrelas con la pasta, apretando un poco con la mano para que quede bien adherida.
- Mete la bandeja en el horno y cocina hasta que se empiece a tostar la costra. Unos quince minutos.
- Puedes acompañar con una ensalada.
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